El laberinto
Me encontraba en el subsuelo de São Paulo cuando un topo me dio el soplo: un diario español iba a publicar una reseña de Mundogruyère. Al día siguiente.
Acostumbrado a vivir entre sombras, la expectativa de salir a la luz me infundió un pánico cerval. Lo reconozco, en ocasiones me siento como un cruce mutante entre Gollum y niño de Los otros. Sin embargo, la curiosidad y la vanidad se impusieron al miedo. Decidí conseguir una copia de dicho diario, aunque para ello tuviera que recorrer en una noche el túnel que atraviesa el Atlántico. Tarea nada fácil, pues, como sabrán, dicho túnel tiene su extremo americano en la isla de Cuba. Afortunadamente, recordé la existencia de un atajo hacia la epidermis de toro.
Y, todo hay que decirlo, Ariadna me echó un cable.
Dónde: El Mundo (edición Cataluña)
Quién: Ariadna (y Albert, Mónica y Anónimo)
Acostumbrado a vivir entre sombras, la expectativa de salir a la luz me infundió un pánico cerval. Lo reconozco, en ocasiones me siento como un cruce mutante entre Gollum y niño de Los otros. Sin embargo, la curiosidad y la vanidad se impusieron al miedo. Decidí conseguir una copia de dicho diario, aunque para ello tuviera que recorrer en una noche el túnel que atraviesa el Atlántico. Tarea nada fácil, pues, como sabrán, dicho túnel tiene su extremo americano en la isla de Cuba. Afortunadamente, recordé la existencia de un atajo hacia la epidermis de toro.
Y, todo hay que decirlo, Ariadna me echó un cable.
Dónde: El Mundo (edición Cataluña)
Quién: Ariadna (y Albert, Mónica y Anónimo)
1 Comentarios:
más que un cable te eché un hilo, cosas del nombre. un placer ;)
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